Un frutado maduro para este aceite que mezcla tres variedades clásicas españolas: Arbequina, Picual y Arbosana. En nariz sentimos tomate bien rojo, también pasto y hierbas como orégano y salvia. En la boca es suave, algo dulce, con algunas sensaciones de hoja de olivo y un picor ligero. No es precisamente complejo, pero es una buena alternativa para el consumidor que busca aceites más maduros.